sábado, 24 de septiembre de 2011

Y si fue de mi?

Y si realmente así lo fue?, es una duda que realmente hoy rondó mi cabeza, la plenitud mental, sentimental y emocional que tenia a tu lado, y no el hecho de que estas alejado de mí, es lo que me tiene mal.
Extraño mi felicidad plena, con problemas, pero que no veía, que los solucionaba y seguía con mi sonrisa impenetrable e imborrable, anhelando un futuro cercano lleno de sueños y esperanzas, amaba mi vida de tal manera, que al recordarlo parece  un sueño tan extraño, tan ajeno…

Tal vez fue el instante preciso donde mi vida comenzaba de cero, donde todo se veía bien y que la compañía de alguien que realmente tenía tantas ganas de estar a mi lado, era lo que me faltaba para sentirme bien por completo.  Sé que fue un error, uno de los peores de mi vida, haber aceptado sabiendo que no estabas preparado, que esto no debía pasar, pero me deje engañar, por mi ingenuidad, que tal vez esta vez, con alguien que de verdad anhelaba tanto mi compañía, estaría bien, pero nuevamente me volví a equivocar, por no quererme escuchar, por dejarme ilusionar y permitirme soñar.

El no sentir esa agonía, aquel dolor en el pecho, el costarme respirar de solo pensar en ti, al no estar a tu lado, me hace dudar de los reales sentimientos hacia ti, que tal vez no fueron sinceros, o simplemente no existieron.  No tiendo a comparar, es algo que realmente detesto, pero al hacerlo, no sentí lo mismo por ti que por otros que realmente quise y fueron menos importantes. El hecho que no se me apretara el estomago ni que me temblaran las piernas al saber que ya te vería como si  me sucedió con alguien más, y suponiendo que tú eras más importante ¿por qué  no me paso?.

Te quise, más de lo que alguna vez pude imaginar que te querría, pero el cómo me he comportado frente a algo que debería ser doloroso, es lo que pone en duda mis sentimientos.  No se acabo mi mundo, no sentí que mi vida fuera miserable, ni que no podría vivir sin tu compañía, solo seguí de pie, haciendo lo que tenía que hacer, seguí con mi vida, estuve con unos cuantos y siguió como si nada, solo con la extraña sensación de que había cambiado…
                                                                                                                         
No me enamore de ti…. Sino de mí estando contigo….

lunes, 1 de agosto de 2011

Volviendo en el Tiempo


Es extraño volver a ti… ya han pasado dos años, nos han pasado tantas cosas, solo los dos sabemos de nuestra secreta y extraña historia, siempre los dos, en la misma habitación, con las luces apagadas y el silencio de nuestro lado. 

Recorrí aquel camino a tu casa, el cual conozco de memorias, recordando lo ocurrido hacia ya tantos años, sonriendo, lo cruce por tanto tiempo, tantas cosas viví, tantas emociones sentí, que ya no están allí. Camine en línea recta hasta llegar, cruce la entrada y  subí las escaleras, recordando que antes se me apretaba el estomago y me temblaban las piernas de solo saber que tras esa puerta estarías tú. Vi tu rostro sonriente como siempre, no pude evitar lanzarme a tus brazos, era tan extraño estar así sin que se me revolviera el  mundo. Atravesé aquella puerta, y sentí como si el tiempo no hubiera pasado, dos años los cuales nunca ocurrieron, parecían parte de un largo sueño, pero estaba allí, dos años más grande, con esa madurez y sabiduría que dan los años, y tú tras de mí, sonriente como sino creyeras que estuviera ahí.
Sin ninguna intención de mi parte, terminamos en tu cama, haciendo lo de siempre, pero esta vez fue tan diferente, estábamos tan desconectados uno del otro que a ratos terminábamos en carcajadas, pero aun así nada impidió que siguiéramos con lo nuestro. Recordamos tantas cosas, a veces se me olvida que hace casi 7 años que nos conocemos, que estuvimos años en un juego de correr y alcanzar, y que cuando por fin estuvimos juntos fue lo más destructivo que pudimos hacer, o por lo menos para mi. Vivimos tantas cosas, en aquella habitación, escondidos de la luz tras aquella oscura cortina, empecé de cero contigo, y ahora me encontraste tan diferente, más grande, pero aún así nunca dejaste de mencionar que era una niña, siempre lo has sabido, aunque el mundo siempre me vea grande, nunca lo he dejado de ser, y tú con tanta seguridad en tus palabras lo repetías una y otra vez, que lo empecé a recordar, nunca he dejado de ser una niña…  

Terminamos durmiendo, el cansancio nos gano y caímos. Al despertar fue extraño, estabas de nuevo allí después de tanto, pero solo por un rato, ya que siempre he sabido que tienes tu camino y yo el mío, que siempre han sido incompatibles, te mire dormir y simplemente te abrase, tratando de olvidar por un rato mi presente y devolverme a tu pasado.

Llego el momento de irme, y retrocedí otra vez, me tenía que ir antes que llegaran, volví a ser la invisible de antes, la que nunca estuvo y nunca dejo rastro, con un beso me despedí y agradeciéndome por ir partí, fue lo que necesitaba, un rostro conocido para descansar un rato, para olvidarme de todo y simplemente estar ahí.

lunes, 11 de julio de 2011

Cuando la reserva se acabo...


Llegue a un punto donde todo ya lo he pensado tanto, que el sentido por más que intento buscarlo, no aparece. Darle más vueltas al parecer no resuelve nada, termino sacando conclusiones poco favorables hacia mi persona, siento que pague más por ti de lo que valías realmente…

Las semanas han pasado y tu presencia aún me perturba, aunque aquel cariño con el que miraba nuestros recuerdos cada día va desapareciendo, y lo que no se quiere recordar está cada vez más presente. Amontonados sobre un estante, tus recuerdos, están ahí, esperando su sentencia, tal vez de muerte o de vuelta a ti, no se que es peor, pero es tan poco el ánimo me queda, que el tan solo hecho de pensar en volver a verte me perturba, así que  lo mejor será que queden amontonados en aquel rincón o terminen en contacto con el calor, en cenizas, como está quedando lo que alguna vez llamado amor…

Mi pequeña obsesión por analizar las cosas y Yo hemos intentando entender el origen del todo, pero me ha quitado varias horas, y por más razones que intento buscar, no encuentro ninguna coherente, no por lo menos para el común de la gente.
Y simplemente el tiempo se acabo, la caducidad se acerco y solo hice lo que tenía que hacer, botar lo que ya no se podía consumir, lo que más daño podía producir.  

A fin de cuentas no queda otra cosa más que aceptar que yo nunca tuve lo que realmente necesitas, un cariño constante y obsesivo, absorbente y enfermizo. Perdón por ser normal, pero de verdad, di todo lo humano que de mi salió, y si aun así con eso no fue suficientemente bueno para ti, entonces no hay nada más que te pueda dar….

 ¿Cuándo llegamos al punto donde no hay nada más que dar?
       ...Cuando deciste callar...