Desperté con el cuerpo pesado, un par de brazos lo rodeaban, y la poca luz que atravesaba la ventana me molestaba, ya era la hora, había amanecido, me tenía que marchar. Me desataba de aquel cuerpo que normalmente me volvía a abrazar, y sonriente le decía que ya era hora, que me tenía que ir, que lo sabía, no me podía ver allí, así que me vestí, arregle mis cosas, me despedí con un largo beso, como siempre, algo en mi sufría al despedirme de esos labios, salí tras la puerta de entrada, baje las escaleras y me marche.
El frío rosaba mi piel, pero no me molestaba, había poca luz, las nubles cubrían al sol y el ruido poco a poco se apoderaba de la ciudad. Camine largo rato, sumido en mis pensamientos, recuerdos de la noche anterior y una que otra conversación del futuro, teníamos la vida armada, éramos felices, pero ese día estaba extrañamente triste, algo me decía que todo esto simplemente no era para siempre. Algo en mi sabia que aquello podía terminar en cualquier momento, tanta felicidad era difícil de aceptar…
Otra mañana nublada y fría me hizo mirar hacia atrás y recordar, recordar aquella mañana, pero el tiempo ha cambiado, los meses habían pasado y todo aquello que alguna vez se soñó desapareció como un mal sueño. Y este presente incierto con mil caminos por delante y sin saber cual tomar, con un torbellino de sentimientos, entorpeciendo mi llegada a algún camino, arrastrando las estupideces hechas en el pasado sin haberlas pensado, van atormentando mi caminar, pero aun así nada ni nadie me podría haber parado.
Con suerte podía recordar lo que había pasado la noche anterior, donde el alcohol se apodero de mis actos, haciéndome terminar en la cama de alguien más.
Las mismas calles recorridas como aquella vez, me hacían recordar a "aquella cama" de la cual salí hace algunos meses, pero ahora no había nadie a mi lado. Me despertaron porque me tenia que marchar, no debía estar allí, pero esta vez sería un adiós frio y borroso, tan distinto al otro, pero al cual ya me había acostumbrado, me vestí entre mareos, mientras recobraba mi sobriedad, le pregunte a mi compañero de recuerdos borrosos, si los que estos decían era verdad, y me respondió con un rotundo “si”, el alcohol de mi cuerpo no me dejo procesarlo como lo haría después, me despedí y continúe mi camino a casa.
Las mismas calles recorridas como aquella vez, me hacían recordar a "aquella cama" de la cual salí hace algunos meses, pero ahora no había nadie a mi lado. Me despertaron porque me tenia que marchar, no debía estar allí, pero esta vez sería un adiós frio y borroso, tan distinto al otro, pero al cual ya me había acostumbrado, me vestí entre mareos, mientras recobraba mi sobriedad, le pregunte a mi compañero de recuerdos borrosos, si los que estos decían era verdad, y me respondió con un rotundo “si”, el alcohol de mi cuerpo no me dejo procesarlo como lo haría después, me despedí y continúe mi camino a casa.
Recuerdos, recientes y lejanos rondaban mi mente, perdía el sentido del tiempo, solo caminaba mientras el frío de esa mañana penetraba mi piel, al igual que aquella que esta misma me hacia recordar, inspire profundo y seguí mi camino, con dolor por un recuerdo manchado de dolor, y la incertidumbre de en lo que se convertirá este nuevo a mi galería de memorias….
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